La casa MIL se emplaza en la pre cordillera de los Andes en la ciudad de Santiago de Chile. La vivienda se conecta con la vida silvestre, y su arquitectura saca provecho generando vistas a los bosques nativos de una quebrada natural de montaña.
Basándose en la optimización del rendimiento de los materiales de uso común, se crea un ambiente cálido que ayuda a conectar la masa construida con su paisaje verde. El edificio de dos pisos se forma utilizando una estructura de acero y placas de cemento – la disposición interna se complementa con paneles y elementos texturados acabados de madera, todo bien muy bien aislado. El terreno contempla 3 plataformas que modifican la pendiente natural hacia la quebrada. En la primera plataforma se encuentra el acceso al espacio público; en la segunda plataforma es de uso privado; y en la tercera se encuentra el quincho y piscina. Esta intervención permite obtener distintas instancias de uso con independencia, que se articulan con el paisajismo que logra unificar el espacio habitable.
La vivienda tiene un revestimiento metálico de aspecto industrial, que contrasta con la calidez de un espacio armónico en su interior con revestimientos de madera y la contemplación del paisaje.
La casa MIL busca estar en contacto con el medio natural en cada instante, grandes ventanales ofrecen al usuario una vista “verde” desde cualquier punto de la vivienda.
Arquitectos: Max Ibáñez + Claudio Labarca
Proyecto: Casa MIL
Ubicación: Santiago de Chile, Chile
Área: 260 mt2
Año: 2013